domingo, 28 de diciembre de 2014

Javier Monje El ex vocalista de Los Linces dejó el país el año 2003.

A pesar de vivir ya casi 12 años alejado del país, sus canciones son ya clásicos de la movida tropical. Sus éxitos son permanentemente difundidos en las emisoras del país a pedido del público boliviano que siempre lo recuerda con gran cariño por su calidad interpretativa. Él es Javier Monje (J), el inolvidable cantante de Los Linces, quien radica en Sterling, Virginia, desde que se fue a Estados Unidos en febrero del año 2003.

“Estoy muy consciente de que dejé el país en mi mejor momento, pero de eso se trata precisamente, de seguir progresando y superándose personal y profesionalmente. En mi caso, yo quería y aún estoy luchando por llegar más allá de donde ya estuve en Bolivia”, confesó desde EEUU el cantante nacional.

LG: ¿Qué extrañas más del país?

J: Obviamente el calor, el cariño, el aplauso, la comida, las costumbres, etc. de mi gente. Y, por supuesto, a mis familiares y amigos más cercanos, sin olvidar las buenas pachangas con colegas y amigos.

LG: ¿Estás en contacto con tus ex compañeros de Los Linces?

J: Sí, así como con otros amigos y colegas de diferentes grupos no sólo tropicales, sino también de otros estilos. Debo aclarar que mi alejamiento de Los Linces fue en total acuerdo, sin rencores ni peleas, sembré mucha amistad y gracias a Dios aún mantengo esa relación con todos ellos.

LG: De tus éxitos en el país, ¿con cuál te quedas?

J: Sin duda, los éxitos que más me llenan de satisfacción son los que con la bendición de Dios aún suenan en radios y fiestas porque la gente las hizo suya, como “Me enamoré de un imposible”, “Después de tu amor”, “Quiéreme”, “Me vas a extrañar”, “Adonde vayas”, entre otros.

LG: ¿Estás al tanto de lo que ocurre en el país?

J: Estoy muy al tanto gracias a familiares y amigos. Las redes sociales y la televisión también ayudan mucho y es de esa manera que estoy enterado del acontecer artístico, social y hasta político, ya que hoy los residentes bolivianos en este país, como en muchos otros, gozamos de la dicha de poder ejercer nuestro derecho al voto cada vez que hay elecciones en Bolivia.

LG: ¿Y qué sabes de la música tropical que hoy se hace en Bolivia?

J: Hay muchos nuevos y buenos grupos que nos están haciendo quedar muy bien ante los ojos del mundo, siempre veo con orgullo a las nuevas generaciones de talentosos grupos musicales en diferentes géneros.

LG: ¿Qué estás haciendo hoy en EEUU?

J: Aún sigo cantando gracias a Dios y esa es mi principal actividad, no me sentiría cómodo haciendo otra cosa que no tenga que ver con la música. Estudié guitarra en este país y estoy aún estudiando técnicas de canto, para mí es una constante lucha de superación. Canto de jueves a lunes por las noches, sábados y domingos hago jornada doble (día y noche), no me quejo, eso es lo que amo hacer y encima me pagan.

LG: La vida en EEUU es intensa, ¿eres un esclavo del trabajo?

J: La vida en EEUU como en cualquier país desarrollado es intensa y no creo que sea “esclavizante”. En mi opinión, lo que todo país busca es progreso y los que emigramos salimos a buscar trabajo y eso encontramos gracias a Dios. El que se queja, pues no debe tener muchas ganas de trabajar.

LG: ¿Cómo es Sterling?

J: Es una pequeña ciudad situada a media hora de Washington DC, está creciendo de a poco y se ve mucho progreso. Lo bueno es que aún no tiene el bullicio de las grandes ciudades y eso me gusta.

LG: ¿Qué tanto les gusta la música tropical en esa ciudad?

J: La música tropical es muy extensa en su expresión (cumbia-merengue-salsa-bachata-chachachá-rumba); sin embargo yo siempre tuve la habilidad de cantar otros géneros, como mariachi, baladas, flamenco, incluso canto en otros idiomas como portugués e inglés.

J: Siempre les estaré agradecido por tanto cariño y amor. Gracias por aún recordarme y tenerme en su preferencia, les prometo que algún día pagaré con creces tanto amor que me tienen. Les prometo también seguir luchando por mis sueños para llevar en alto el nombre del país. Los llevo siempre en mi corazón. Saludos y abrazos a todos.

“SOY EL MISMO SOÑADOR DE SIEMPRE, SÓLO QUE CON MÁS EDAD Y EXPERIENCIA”

En lo personal, Javier Monje dice ser “el mismo soñador de siempre, sólo que con más edad y experiencia”.

“Estoy felizmente casado con María Luz Riberth Howard, una hermosa chica beniana también como yo, que decidió acompañarme en este hermoso camino del matrimonio hace ya casi 20 años. Ahora somos más felices con Mélanie Paula, que Dios nos envió como hija y que pronto cumplirá 16 años, está ya empezando una carrera musical. Como hombre me siento realizado y muy amado”, cuenta.

LG: ¿Que tanto has cambiado en estos años?

J: No cambié mucho en mi corazón, en mi forma de pensar y en mis ganas de triunfar fuera de mi tierra. En lo físico obviamente no me puedo escapar ni disimular los 42 años de edad que ya tengo. Las canas y los kilitos demás se dejan ver, pero los asumo con orgullo y madurez. A estas alturas cada amanecer es un éxito para mí.

LG: ¿La música de qué artista no puede faltar en tu discoteca?

J: Admiro a muchos artistas de todo el mundo que mi pequeña disquera en casa es bastante variada. Un día puedo escuchar desde un villancico hasta el rock más pesado o desde una melodía sinfónica hasta la simple tonada de una zampoña y aún así soy feliz, no tengo una preferencia marcada en ese sentido.

LG ¿Cuándo te tendremos en Bolivia?

J: Volví al país en un par de ocasiones, no más de 4 días cada vez, para atender asuntos familiares. Dios va querer que pronto esté nuevamente en los escenarios bolivianos, extraño mucho el caluroso aplauso de mi gente.

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