Con temas como Necesito un amor, Una rosa lo sabe, Ojalá que te mueras, A llorar a otra parte, Lárgate y Tendría que llorar por ti ganaron el derecho a pertenecer al cuadro de honor de la cumbia romántica en Perú.
Su convocatoria para ser teloneros de Marc Anthony, en el concierto que el salsero ofrecerá el 14 de agosto en Santa Cruz, fue ampliamente comentada en su país y ellos prometen estar a la altura de un artista de fama mundial como el puertorriqueño. “Ese día será inolvidable para todos los cruceños”, dice Wálter Yaipén, desde Lima, en un contacto telefónico con Escenas.
¡Wálter y Javier!
Con su quinto disco bajo el brazo, Mi estrella, los 18 músicos de la orquesta llegarán para conquistar definitivamente al público nacional, que no deja de solicitar sus canciones en las radios tropicales. Pero, ¿cuál es el secreto para que estos peruanos hubieran llamado la atención de Latinoamérica? “Nuestras letras románticas, porque le cantamos al amor y al desamor; además, en nuestra música intervienen tanto los instrumentos de viento como el sintetizador y el piano”, explica Wálter Yaipén.
Otras de las particularidades de esta orquesta son los cinco cantantes que tiene al frente y que en escenario despliegan coreografías ‘calientes’, como las que ofrecieron el 2011 en la Feria Exposición, con las que ‘endemoniaron’ a la multitud. “Es un gran recuerdo porque no sabíamos cuánto había calado nuestra cumbia en el exterior de Perú. Nos impresionamos de las personas que congregamos en el escenario. Fue tremendo”, señala el músico.
El grupo selecciona su repertorio sobre la base del material que reciben de distintos compositores, así lo revela Yaipén: “Vamos viendo las melodías pegajosas, porque los arreglos los hace Juan Alberto. Nosotros vemos la canción, sin importar que tengan letras de amor o desamor, y después nuestro arreglista mexicano Juan Alberto Otero se encarga del ‘ingrediente secreto’”.
Esa pasión reflejada en sus canciones llegó a un extremo cuando lanzaron el tema Ojalá que te mueras, convertida actualmente en un himno de los despechados y Yaipén lo justifica. “Es inusual que se le desee la muerte a alguien, pero la gente la canta y la baila porque se siente identificada con la canción”.
Cuando se le consulta sobre la incursión del conjunto en géneros de moda, como la bachata, Wálter no se anda con minucias. “Más adelante pensamos unirnos a un artista internacional, como Juan Luis Guerra, para grabar otros ritmos. Nuestra máxima aspiración es ganar un Grammy e ingresar al mercado mexicano y estadounidense”.
En febrero de 2012 fueron anunciados en un evento organizado por las agrupaciones carnavaleras Crema Camba Segunda Generación, de Santa Cruz; Obligados y Tipazos, de Vallegrande. ¿Por qué no llegaron? “Es que hay productores que anuncian nuestra presencia sin haber firmado un contrato”. Prometen traer su cumbia para embriagar los sentidos
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